¿Importa lo Que los Demás Piensen de Ti?
«No deberías preocuparte por lo que los demás piensen de ti«. – Seguro que has oído esto muchas veces.
Pero, ¿es realmente un buen consejo? ¿Es un signo de confianza en uno mismo si no te importa la opinión de los demás sobre ti? ¿Es algo por lo que hay que esforzarse?
Es normal que nos preocupe la opinión que los demás tienen de nosotros. Las impresiones que causamos en los demás tienen un impacto importante en todos los ámbitos de la vida. Afectan a nuestras relaciones, a nuestra vida profesional y a nuestro bienestar en general. Ser querido y aceptado por los demás es una necesidad psicológica básica.
En otras palabras: estar algo preocupado por lo que los demás piensan de ti es perfectamente normal e incluso es adaptativo.
Sin embargo, esto no significa que no puedas exagerar. Cuando estas preocupaciones se vuelven excesivas, puedes sufrir ansiedad social.
Esto significa que hay un punto óptimo de preocupación: ni demasiado poco, ni demasiado.
Examinemos esto con más detalle.
Gestión de la Imagen y Representación Personal
La gente suele estar atenta a su imagen. La mayoría de las veces, lo hacen sin tratar de generar una impresión particular en los demás, sino simplemente para asegurarse de que los demás siguen teniéndolos en cuenta de forma positiva.
Sin embargo, a veces las personas están motivadas para ser percibidas de una manera determinada.
Los términos gestión de la imagen (o impresión) y autorrepresentación se han utilizado indistintamente para describir nuestros intentos de influir en lo que los demás piensan de nosotros (Leary y Kowalski, 1990).
Todo el mundo lleva a cabo estos intentos. Tanto si estás a dieta, como si piensas en qué ropa ponerte, qué decir cuando conoces a gente nueva o tienes una entrevista de trabajo, estás intentando que te perciban de una manera determinada.
Esto es cierto incluso para aquellos que supuestamente no se preocupan por lo que los demás piensan de ellos.
Un adolescente que se viste de forma provocativa y «siempre» dice lo que piensa puede intentar ser percibido como alguien independiente de la opinión de los demás. Sin embargo, el deseo de ser percibido de esta manera revela exactamente lo contrario.
La gestión de la imagen es un aspecto importante de nuestra vida cotidiana. Hemos evolucionado viviendo en grupos, dependiendo en gran medida de ser aceptados e incluidos por los demás miembros de nuestra tribu.
Era crucial para nuestra supervivencia ser percibidos como un miembro valioso de la comunidad. Los que no lo eran, eran excluidos de la comunidad y quedaban sin posibilidades de salir adelante por sí mismos.
Percibir cuando los demás nos desaprueban nos ayuda a ajustar nuestro comportamiento, para poder caer bien y ser aceptados, conseguir un buen trabajo, encontrar una pareja atractiva, etc. La autorrepresentación puede ayudarnos a mejorar nuestras probabilidades de vivir una vida feliz.
Como ves, es útil preocuparse por lo que los demás piensan de ti. Pero, ¿qué ocurre cuando estas preocupaciones se van por la borda?
Motivación por la Gestión de la Imagen y Ansiedad Social
Cuando estamos motivados para ser percibidos de una manera específica, podemos ajustar nuestro comportamiento para obtener el resultado deseado. Sin embargo, esto no siempre es posible.
Por ejemplo, puedes estar motivado para que los demás piensen que eres muy inteligente. Esto puede no ser un problema para usted en circunstancias normales.
Pero si quieres generar esta impresión en un grupo de académicos de alto rendimiento, puedes percibirlo como un gran reto y luchar por conseguirlo.
Cuando nuestro deseo de que nos vean de una manera determinada es alto, y nuestra confianza en nuestra capacidad para generar esta impresión es baja, el resultado es la ansiedad social.
Cuando nos sentimos socialmente ansiosos, puede establecerse un círculo vicioso. Sentimos que estamos ansiosos, lo que suele aumentar nuestro deseo de controlar nuestra impresión. Después de todo, no queremos que nos vean como ansiosos e inseguros.
Al mismo tiempo, nuestra ansiedad social nos hace sentir aún menos seguros de generar la impresión deseada. Si estás ansioso, puede ser difícil que te perciban como alguien capaz, inteligente, divertido, seguro de sí mismo, etc.
¿Cómo Reducir la Ansiedad Social?
Para romper este círculo vicioso, puedes utilizar las siguientes preguntas como guía útil:
- ¿En qué situaciones experimentas ansiedad social?
- ¿Cuál es la impresión que sueles tratar de generar?
- ¿Qué puedes hacer para mejorar tu confianza en poder generar esta impresión?
- ¿Por qué crees que ser percibido de esta manera es tan importante para ti?
- ¿Cómo puedes ser más tolerante a no ser percibido de esta manera?
- ¿Cómo te gustaría manejar la ansiedad en situaciones sociales y cómo puedes conseguirlo?
El modo en que deberías abordar tu ansiedad social depende de numerosas variables.
Si sólo la experimentas en algunos escenarios concretos, te conviene practicar habilidades que te ayuden a causar la impresión deseada.
Por ejemplo, si quieres que te perciban como una persona con conocimientos, no hay nada de malo en empezar a leer más y tomar clases sobre los temas que te interesan.
Si quieres que te perciban como un orador seguro de sí mismo, únete a Toastmasters y practica tus habilidades para hablar en público.
Sin embargo, si tu ansiedad social es más persistente y aparece en muchas situaciones, puede que tengas que adoptar un enfoque diferente.
Tratamiento de la Ansiedad Social
En su versión más grave, los miedos sociales pueden convertirse en un trastorno de ansiedad social. En este punto, la persona se ve muy afectada por el deseo de ser percibida de una manera determinada.
Las personas afectadas suelen dejar de participar en actividades sociales normales, como fiestas, reuniones familiares y citas.
Otros pueden abstenerse de obtener un título universitario por miedo a participar en grupos más grandes, o se quedan por debajo de su potencial profesional porque rehúyen las obligaciones sociales intimidantes.
Cuando este es el caso, puede estar justificada la ayuda profesional. Hay una serie de enfoques terapéuticos para el trastorno de ansiedad social que han demostrado ser tratamientos eficaces.
El tratamiento de la ansiedad social suele durar unas 12 semanas y puede dar lugar a mejoras significativas. Entre los enfoques más comúnmente aplicados se encuentran:
- la terapia cognitivo-conductual
- la terapia psicodinámica
- terapia interpersonal
- terapia basada en la atención plena
Sin embargo, hay más opciones para quienes no mejoran con el tratamiento estándar.
Para obtener una visión general completa, puedes leer nuestro libro electrónico que resume los 17 enfoques terapéuticos distintos para la fobia social que han demostrado su eficacia. Puedes hacer clic aquí para acceder a nuestra tienda, donde podrás adquirirlo para descargarlo inmediatamente.
Consejos Prácticos para la Ansiedad Social
Para aquellos que no padecen un trastorno de ansiedad social, pero que quieren reducir sus miedos sociales a pesar de ello, hemos reunido un par de consejos prácticos:
- Busca la exposición repetida a las situaciones que te asustan. Tu cerebro y tu cuerpo se acostumbrarán a ellas, y aprenderás que no hay consecuencias graves por no ser percibido exactamente como deseas. Esta estrategia es un elemento importante de la TCC para la ansiedad social. Puedes hacer clic aquí para acceder a nuestra guía introductoria, que explica cómo aborda esta popular terapia la fobia social.
- Practica para que te perciban exactamente de la forma que temes. Esto aumentará tu tolerancia y disminuirá tu ansiedad social. Los ejercicios de ataque a la vergüenza funcionan muy bien para este propósito. Si este enfoque te interesa, te recomendamos que hagas clic aquí para que te lleve a nuestro artículo que lo explica con más detalle.
- Aprende y practica la respiración profunda. Es una técnica de respiración práctica que puede ayudarte a controlar los síntomas de la ansiedad a medida que aparecen.
- Empieza a meditar. Se ha demostrado que la práctica regular de la atención plena cambia el cerebro de forma que reduce la ansiedad social y mejora el control emocional. Haz clic aquí para acceder a nuestra guía completa sobre atención plena y meditación para la ansiedad social, que incluye meditaciones guiadas para empezar.
- Cuando te sientas ansioso en situaciones sociales, centra tu atención en la tarea que tienes entre manos, como prestar atención a lo que se dice, a lo que tú dices, etc. Cuando tu atención se desvíe hacia tu ansiedad, toma nota y devuélvela suavemente a la tarea que tienes entre manos.
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Leary, M. R., & Kowalski, R. M. (1990). Impression management: A literature review and two-component model. Psychological Bulletin, 107(1), 34–47. https://doi.org/10.1037/0033-2909.107.1.34
Acerca del autor: Martin Stork
Martín es psicólogo profesional con antecedentes en fisioterapia. Ha organizado y dirigido varios grupos de apoyo para personas con ansiedad social en Washington, DC y Buenos Aires, Argentina. Es el fundador de Conquer Social Anxiety Ltd, donde trabaja como escritor, terapeuta y director. Puedes hacer clic aquí para saber más sobre Martin.